30 de agosto de 2007

Poeme

Verde cielo
rojo prado
besos, celo
sol amado.
Al parecer es absolutamente verdad eso de que la inspiración nace de los momentos tristes, de ahí que me identifique tanto con el gran Cesar Vallejo, que intensa su poesía y que dolor constante el de sus palabras. Y sí, ahora, por ejemplo, estoy en un plano muy complejo para ponerme a reflexionar sobre diversas cosas: los maestros martillando, taladrando, gritando, abriendo y cerrando puertas. Me había quedado dormida, estaba plácidamente en brazos de Morfeo... y de repente, paradójicamente, y sin la sutileza de Vallejo: ¡¡ALÓOOO!!! ahí mismo, en la puerta de mi dormitorio que por suerte tenía cerrada; el electricista me avisaba que cortaría la luz. Me dio una rabia, porque como algunos deben saber, padezco de trastornos del sueño (jajaa mi novio se ríe de eso porque dice que duermo profundamente) y me complica que me despierten porque no duermo más, y efectivamente; no dormí y no había luz para ver televisión ni para usar el laptop; además tenía mis libros abajo en el mueble y ni loca bajaba porque la casa estaba- de hecho aún lo está- llena de polvo y suciedad por doquier. No me quedó otra que mandar sms a mis amigos, a mi hermanita, a mi Poe, estaba en pleno cuando la tontera me avisa que se acabó el saldo: PEOR. Me quedé acostada, mirando el techo divagando sobre muchas cosas. Por fin llegó mi mamá.
Con esto de que están arreglando la casa no hemos comido algo decente, no se puede ni tomar un tecito una, que lata... he comido puras webadas. dulces, chocolates, ramitas...hasta dolor de guata tengo.
Y eso sería. Mañana me espera un día largo, tengo que estudiar las guías para hacer mis clases en el Cepech...
Adios.

24 de agosto de 2007

Érase una vez...



Érase una vez, una mariposa, una mariposa en vías de serlo, una pseudo mariposa, bueno, tenía la intención de serlo pero no lo era. Vivía la "mariposa" en un lugar apartado del mundo, en una casi ciudad, una pseudo ciudad, que aparentaba serlo, pero no lo era.
Y la mariposa, que más bien parecía flor marchita, se posaba de rama en rama, bailaba con poca fuerza y, de no ser por sus dulces amigos: una sabia madriguera, un aromo perfumado y una estrella de chocolate que siempre la llevó en su corazón,además de las siempre solidarias nubes;se habría convertido en gota de agua para ahogarse en la inmensidad del mar, aplastada por las de su misma especie.
Al cabo de un tiempo, y cuando la flor marchita, ya no sonreía y cuyos colores se mimetizaban con su tristeza amarga... su amiga estrella se acercó, y tomándola de la mano le dijo:
- Poco es el tiempo para ser feliz y muy largo el que ocupamos en entristecernos. A veces decaigo,a veces me siento tanto más triste que tú, pero saco fuerza de donde tengo que hacerlo: mi entorno. Quiero que sepas que cuando tu cielo esté gris yo estaré desde algún lugar iluminándote, pero debes querer recibir mi luz, de otro modo no podrás sentirla.
- Agradezco, tu bondad. Replicó la flor marchita. - Pero no puedo ser egoísta y darte solamente malos momentos.

Sin esperar la respuesta de la estrella, la flor se alejó, con sus alas o pétalos decaídos... caminó y se propuso seguir viviendo por sí misma y no por su tristeza. El tiempo trajo lluvia, frío y mucha desolación, y la mariposa en eso estaba, viviendo su vida, cuando del camino se encuentra con un príncipe de negros cabellos, sin corona, sin caballo, pero con un libro en sus manos. Ella lo quedó viendo, sobrevoló su cabellera negra y él la sintió y luego la contempló. La mariposa sintió que desde su interior emergía una ternura y belleza inimaginables. Sin decir palabra, el príncipe caminó y se sentó en el prado:
- Desde donde vengo, hay miles de mariposas, todas de múltiples colores, los más brillantes, los más originales, los más incandescentes... ahora que te veo me doy cuenta de que no tienen por qué ser todas iguales. Tienes algo, un encanto... no lo sé.
La mariposa, perpleja ante tales susurros de miel, sonríe y revolotea hasta perderse en la brisa.

Todos los días, se juntaban a conversar, reían, comentaban el libro y coqueteaban tiernamente. Así, la mariposa se volvió hermosa, se volvió dulce, tierna y por sobre todo muy alegre. El príncipe entonces, sintió que quería conocer el universo de la mariposa y con el poder del libro, se convirtió en un dorado colibrí. Volaban juntos otorgando el más maravilloso de los espectáculos. El amor vivía en ellos, y todos los del entorno de la pseudo ciudad estaban felices por la alegría de sus amigos.
Ellos vuelan siempre,se detienen, ríen, pasan por tormentas, sucumben ante los huracanados vientos, pero siguen volando...

La mariposa se siente bella
y el príncipe feliz...

Y cuentan de estas suertes, que cuando uno está triste, una mariposa y un colibrí aparecen jugueteando en la ventana, en señal de que la tristeza es sólo un momento y que la alegría está por venir.

11 de agosto de 2007

Da lo mismo, las palabras brotan



Y claro, después de una semana, extremadamente, llena de trabajo y poco tiempo para ese recogimiento que siempre necesito, me dispongo a escribir y enviar al mundo virtual, algo de mis sencillas palabras.Que surreal es ser profesor, lo digo porque no deja de sorprenderme la actitud de las personas, de los mismos profes y de los alumnos. Tanta variedad de gente, tanta diversidad y tan pocas herramientas para atenderlos a todos. Cuesta, claro, nadie lo imagina... sólo el que vivie día a día enseñando lo sabe... y pucha que cuesta acceder al conocimiento y pucha que frustra cuando ves que hay alumnos que no entienden y que tienes que buscar la estretegia necesaria para conectarte con ellos. Al parecer, y como en todo trabajo, es necesario abstraerse del mismo, no vivir en función de él y así tener una mejor calidad de vida. Siempre he agradecido a mis padres esa formación, aquella que dice que los fines de semana son para uno, para quedarse viendo tv hasta las dos de la tarde, comer cosas ricas, tomarse una cerveza, disfrutar al máximo el tiempo de ocio, y de las cosas más sencillas que al final en su conjunto, son las más importantes.Estoy un poco ansiosa, tengo mucho por hacer este año, estoy en dos trabajos que son muy absorbentes y además se viene la evaluación, más que todo es el tiempo el que me preocupa. A ver si salimos adelante en esta batalla.Tengo claro que pronto voy a irme de acá, y quiero hacerlo con una base profesional más o menos sólida. A ver qué pasa.La semana, que pasó rauda y veloz...además de los ires y venires laborales me tuvo absorta en la reflexión acerca de la distancia. Esa que no es sólo geográfica sino que está en el corazón. Increíble resulta ser que a pesar de que existan muchos kilómetros tengas una conexión tan cercana con alguien, sentir que está ahí yque puedes contar con ella. No deja de sorprenderme la fuerza que tienen los afectos. Intento formar a partir del afecto, de aquel que se demuestra con hechos, con una sonrisa, con una linda mirada, con un ambiente grato... que sé yo. Y por eso estoy contenta... primero por tener acceso a un trabajo que te enriquece cada día y que nunca es plano, y segundo contar con un pequeño y selecto grupo de personas que me entregan su cariño al igual que yo a ellos.Ayer estuvo de cumpleaños mi mamá, y nuevamente, la sentí feliz, agradecida y disfrutando con las cosas más simples...es que ella merece un espacio mucho más grande en el blog y por supuesto en mi vida.Envío un beso a mi familia...-es lo que me impulsa a seguir adelante- y por supuesto a mi dulce niño que a pesar de estar muy lejos, está tan cerca. Adios.

Iniverno, 2007

Hay que unirse a esta cruzada

Bolsas, Carteras, Bolsos.. elegid fémina glam

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