Pompas de jabón

De repente, y por esas cosas de la vida, esas que no se logran explicar; me acordé de lo fascinante que es en la infancia hacer pompas de jabón, burbujitas como les llaman. Me acuerdo de que, cuando chica, hinché todo un día porque quería hacer burbujas y no sabía cómo... entonces, me acordé de mi prima de Chillán cuando una vez tomó una bombilla y se puso a hacer globitos bien lindos, quise imitarla, tomé Rinso, el detergente top de la época, agua y con lápiz bic revolví la mezcla...la primera tontera que hice fue inspirar con la "bombilla" en la boca y me tragué casi la mitad del líquido milagroso...puchas la cuestión mala...horrible... en ese momento nunca más quise jugar a hacer las famosas pompas de jabón... y claro, además de ello, y por el color de la mezcla de agua y detergente, odié para siempre la limón soda; sí, la misma que tan refrescante encuentran. Esa bebida me da asco y no puedo compartir con mi mamá el gusto por tomarla.
Es increible como hay pasajes de la vida que parecen borrados...increíble porque al primer símbolo detona el recuerdo y se actualiza y lo que asombra es que uno se acuerda de las cosas con tanto detalle que podría escribir páginas completas y hasta con ilustraciones. Muy jevi la mente humana.
Y eso sería el aporte del día de hoy. ¿Muy profundo? No esperen que a esta altura del año me ponga reflexiva, mucho hago con escribir con mediana coherencia.
Y los que lean, ¿de qué se acuerdan con las pompas de jabón?